PREGONAUTAS

¿Felices fiestas?

Por: Luisa Sánchez

En estas fiestas decembrinas y de fin de año se derrocha amor, felicidad, pero también se desperdicia comida, regalos, recursos naturales, energía y fuegos artificiales; no es que no me guste celebrar, pero no hay que olvidar que cuidar al planeta también es un acto de amor.

Aún no terminaban las fiestas patrias en septiembre, cuando ya nos bombardeaban en los tianguis o supermercados con todos los adornos y faramalla que acompaña al tan esperado diciembre, por todos lados nos llenan de publicidad engañosa, falsas ofertas y lo que sea necesario para caer en el ya terrible consumismo, haciéndonos creer que mientras más cosas o regalos nuestra felicidad incrementará.

¿Pero tenemos idea de todo lo que le cuesta al planeta este mes en particular? comencemos con el incremento de más de 4 mil toneladas de basura por día, desechables que solo usaremos 15 min y estarán en la tierra más de 200 años, sin contar que terminarán en el océano. La comida que usamos en cenas, posadas o reuniones muchas de ella acabarán en el bote de basura; solamente en México se tiran más de 23 millones de toneladas de comida por año y este mes es cuando más aumenta su desperdicio, estos son solo algunos datos impactantes de todo el daño que causamos.

¿Y te preguntarás qué puedo hacer yo? aquí te compartimos algunos sencillos tips que pueden hacer una enorme diferencia.

Regalos: Si eres de los que les encanta llenar a sus seres queridos de obsequios, pregúntate primero si es necesario adquirirlo, recuerda que hay muchas maneras de demostrar amor: regala una experiencia, un postre, un poema, un paseo; regala tiempo. Si de plano estás decidido a obtenerlo vete a lo local, investiga la procedencia de lo que vas a regalar, no tomes a la ligera de dónde viene.

Comida: si piensas elaborar la cena de año nuevo en casa, opta por comprar los insumos en mercados o negocios locales donde su origen sea de una u otra forma más directa, si pretendes pedir comida puedes llevar tus propios recipientes o sugerir que los empaques no sean de plástico. No olvides lo más importante dónde lo servirás: en caso de no tener vajilla en tu casa o no querer lavar platos y vasos hay lugares donde te rentan a precios súper accesibles y te evitas la fatiga del lavado del día siguiente mientras tu mesa luce preciosa. Si te sobra comida de la cena no la tires, el recalentado es una opción amigable con el ambiente pues no fomentamos el desperdicio y si ya te cansaste del pozole, pavo o romeritos, congélalos, regálalos, pero búscale un nuevo uso u hogar.


Estos son solo algunos consejos básicos que podemos llevar a cabo, recuerda que con cosas tan simples podemos generar cambios increíbles en bienestar de nuestro planeta, todo está en nuestras manos, seamos más responsables y pongamos nuestro granito de arena por el bien de todos.

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