Por: Mauro Adán Castro
La división dentro de los partidos políticos no es un tema nuevo, sin embargo, desde hace varios meses hemos observado como Morena, en Michoacán, se ha ido fragmentando, incluso hasta crear a su propia «oposición» de cara a la elección por el gobierno del Estado, y no, no hablamos de la farsa de la candidatura de Carlos Herrera Tello por el auténtico PRIANRD, hablamos de Cristóbal Arias, que si bien, no podría concretar un triunfo claro el próximo 6 de junio, si sería una piedrota en el zapato para Raúl Morón.
Apenas antier se observaron algunas fotografías en redes sociales que proclamaban una verdadera unidad al interior de Morena, en la cual se encontraba: Ana Lilia Guillén Quiroz acompañada de Juan Carlos Barragán y los ex aspirantes a la gubernatura por Michoacán; Selene Vázquez Alatorre y Juan Pérez Medina.
Y por otra parte, en una mesa más nutrida se encontraba Raúl Morón acompañado de Leonel Godoy Rangel, Carlos Torres Piña, Osvaldo Ruiz Ramírez, Alfredo Ramírez Bedolla, Graciela Andrade, Sergio Pimentel alías Yeyo, Antonio Madriz, Fidel Calderón, entre otros.
Acto seguido, Martín López, a nombre del Comité Ejecutivo Estatal y del consejo negó categóricamente que se hayan instalado de forma institucional mesas de unidad, mencionando que sería el 7 de febrero que se llevará a cabo una sesión del Consejo Estatal que tendrá como invitado al Coordinador Estatal en Defensa de la 4t.
Por lo que parece que en Morena siguen sin ponerse de acuerdo y sin saber por dónde generar un discurso de unidad.
