Por: Luisa Sánchez
Melchor, Gaspar y Baltasar siempre nos han puesto el ejemplo de varias prácticas ecológicas como no usar medios de transporte contaminantes y como un plus los desechos de sus camellos que son biodegradables. Pero ayudarles no cae para nada mal.
Tanto los reyes magos como quienes reciben sus regalos deberían de poner en práctica ciertas costumbres que no so lo son buenas para el medio ambiente, sino que, si comenzamos este año nuevo fomentándolas en casa se harán un hábito y los niños podrán tomarlo como ejemplo.
¿Cómo mandamos las cartas?
La forma correcta y responsable con el planeta de hacerle llegar la carta a los Reyes es poniéndola en el zapato, usando algún buzón o empleando nuevas alternativas como son las redes sociales. Si eres de los que opta por usar los tan dañinos globos de helio déjame te doy algunos datos que te sorprenderán.
Un globo de poliuretano puede alcanzar una altura de hasta 10 km y un radio de 3,000km; desde Morelia el globo puede llegar hasta Cuba, Costa Rica o Estados Unidos. Además, tardan 450 años en degradarse. Esta “tradición” daña a muchos ecosistemas alrededor del mundo, ya que los animales suelen confundir los globos con comida perjudicando así gravemente su salud.
Hagamos espacio:
Como los reyes traerán nuevos juguetes, esta es una opción genial para que junto con los peques se haga una “limpieza”, pueden dejar que ellos elijan sus favoritos o invitarlos a donar los que ya no usen, recordándoles que esa acción puede hacer feliz a muchos niños en situación vulnerable.
Regalos:
Es de suma importancia elegir regalos de acuerdo a su edad y recordar que ningún juguete está predeterminado para cierto sexo. Al igual se tiene que checar que los materiales con los que estén fabricados no sean tóxicos, que sean biodegradables, educativos y que fomenten la creatividad de los niños, que no inciten la violencia o sean bélicos, que estén fabricados de forma sostenible y sin el empleo de mano de obra infantil o mal pagadas.
No se aconseja regalar mascotas, para adoptar un nuevo integrante de la familia siempre debe de haber un análisis y reflexión antes de llevarlo a casa, ya que es un ser vivo que necesitará atención, cuidado y no siempre será un cachorro. Recordemos que los animales no son juguetes, evitemos más abandono de los mismos.
Por último y no por eso menos importante las envolturas de los regalos. Se puede optar por papel de reuso o materiales reciclados o de ser posible no envolverlos.
Acciones pequeñas que generan grandes cambios, tradiciones que podemos convertir en hábitos ecológicos, recordemos que al final del día el planeta será de las generaciones futuras y qué mejor que conservarlo y cuidarlo junto con ellos.