PREGONAUTAS

10 de mayo: nada que celebrar

Por: Diovana Rodríguez 

El día de las madres es una fecha llena de amor, regalos, reconocimiento y celebración, es ideal vivirlo así, pero existe otra realidad, y esa es la de miles de madres que no serán abrazadas por sus hijxs, que no recibirán regalos, ni siquiera una sonrisa, un día que será de búsqueda y de protesta por encontrar a sus personas desaparecidas. Un día que distará mucho de ser una ocasión alegre.

En México, de acuerdo con los datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, (RNPDNO), reporta que al día 9 de mayo de 2023 hay un total de 281, 598 personas reportadas como desaparecidas desde el día 12 de junio de 1921, de las cuales 112, 147 no han sido localizadas, en Michoacán, de acuerdo con el 4to Informe Anual de Resultados y Avances del Plan de Persecución de Delitos de la Fiscalía General del Estado de Michoacán, para el año 2022 se reportaron como desaparecidas 2, 469 personas, de las cuales 1, 182 continúan sin localizarse.

Este delito es sumamente complejo, de hecho es llamado el “crimen perfecto”, esto es porque al no existir un cuerpo localizado, no arroja más líneas de investigación, y por tanto, al ni siquiera encontrar a la persona desaparecida, tampoco pueden ser encontradas las personas responsables de la desaparición, así que las cifras suben y suben… no son solo datos, números de una estadística de la que nadie quiere formar parte, en realidad esas cifras son miles de personas, historias, vidas llenas de incertidumbre, angustia, dolor, coraje e injusticia, porque este es un delito que no solo afecta a las víctimas, sino a sus amistades, familiares, comunidad y sociedad en general.

Las víctimas, quienes suelen ser torturadas, temen constantemente por su vida, desesperadamente quieren ser encontradas sin saber si algún día la ayuda llegará o si en efecto se les está buscando; mientras que las amistades y familiares viven en perpetua agonía y enfermedad por no saber el paradero de su ser querido, imaginando una y otra vez los peores escenarios, realizando una búsqueda incansable para encontrarles vivos o muertos pese a las dificultades económicas, emocionales y físicas a las que son sometidos, e incluso, a pesar de las amenazas, persecución y represalias que siguen porindagar sobre la verdad, mucho más al exigir justicia y buscar sus tesoros. El resto de la sociedad, invariablemente vivimos con miedo, con esa sensación de inseguridad que implica el éxito de la comisión de este delito usado para infundir terror en los ciudadanos.

No hay nada que celebrar, no lo ha habido en muchos años, porque no solo son las madres que buscan hoy a sus hijxs, son todas aquellas a las que la muerte les alcanzó antes que la justicia, impunidad biológica le llaman, al haber sobrevivido toda una vida buscando, para nunca encontrar a sus seres amados, ni conocer la verdad, ni lograr justicia. Es un amor tan grande queaún después de la muerte, la búsqueda no termina, nada les detiene, porque no es uno ni dos casos aislados, muchas madres transmiten a su descendencia esa memoria para que continúen la búsqueda cuando ellas ya no estén. Para encontrarles vivos o muertos, pero encontrarles.

Hay mucho que está mal, duele mucho ver a madres caminando entre cerros con una pala en la mano, esperando tan siquiera encontrar restos, sin libertad, viviendo con miedo, cansadas de luchar pero sin dejar de hacerlo, y las exigencias pueden ser muchas, atención médica y psicológica a las víctimas, apoyos económicos, especialización de la investigación, recursos humanos y materiales en fiscalías, implementación de protocolos, identificación de los cuerpos localizados en fosas comunes, etc, etc, no son tareas que les correspondan a las víctimas y sin embargo, se hace, han luchado incansablemente, demandando corregir todo lo que está mal, ahora falta esperanza, porque la realidad es que este es un estado fallido, un país agonizante, una gran fosa común.

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